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3MV: Individualismo, Meritocracia & Adultos
El reemplazo de Dios por los discursos motivacionales, los limites de una vida de meritocracia y el mito de la adultez.
3 MINUTOS VIERNES
Estas ideas me han ayudado a encontrar sentido en mi vida, y aligerar la intensa presión que puede acarrear la vida moderna.
Cada vez que las recuerdo, me siento un poco mejor.
Y desde una sensación de bienestar, es mucho más fácil tomar buenas decisiones.
Aquí van las 3 ideas de foco esta semana:
1. Tal vez no seas el capitán de tu destino
Hasta hace no mucho las personas mantenían cierta sociedad con lo divino para justificar las circunstancias de su vida.
“Si lo logré, es gracias a que Dios me bendijo con su ayuda.” O en el caso de poca fortuna: “No se dió. Dios tiene otros planes para mi”.
Si triunfabas, te llevabas un 50% del crédito. Y si fracasabas, también.
Pero desde hace tiempo que no rezamos al levantarnos ni justo antes de irnos a dormir.
La sociedad moderna ha traído consigo el meme del individualismo.
Estamos profundamente inmersos en esta ilusión de la realidad en la que nosotros controlamos todo.
Que cada fracaso que se apila en nuestra repisa es firme prueba de nuestra incompetencia.
Los ganadores se esfuerzan y logran el premio, y los perdedores simplemente no se han esforzado lo suficiente.
No hay lugar para consideraciones acerca de el covid-19 hizo que su negocio quiebre, su niñez traumatizante lo imposibilitó, o se enfermó gravemente y no pudo continuar con su sueño.
Los efectos del fracaso se sienten así especialmente agudos. Lo tomamos muy personalmente.
Ya no hay un Dios, o Universo, que hace que las cosas funcionen a su tiempo y manera. Nosotros somos los capitanes de nuestro destino.
Vivimos en una sociedad que de alguna manera desprecia a los desafortunados.
Incluso cuando nosotros estamos en la cara negativa de la fortuna, nos auto-despreciamos.
Aún no somos esta versión pulida y curada de nuestro ideal, y es todo nuestra culpa.
Pero la vida puede ser mucho mas que lo que se ve a través de los lentes del individualismo.
Hay un universo, energía, y hay tiempos para logros como para fracasos.
La vida te encontrará en ocasiones ganando y en otras perdiendo, y funciona de la misma manera para otros.
Tengámoslo en mente.
2. El mito de la meritocracia
Las personas que estén leyendo esto, saben que para lograr lo que quieren deben hacer lo necesario.
Acumular mérito a través de trabajo, estudios y sacrificio.
Pero esto reduce groseramente la importancia de factores externos a lo largo de nuestra vida.
Si, nos hemos esforzado para crecer. También, hemos nacido en una familia y una sociedad que nutrió nuestro crecimiento de forma indirecta.
Hubiera sido difícil para mi aprender sobre el comportamiento humano si cómo mi padre, tuviera que a las 8 años estar yendo a trabajar en un tambo para dar de comer a sus 11 hermanos, 12 horas al día.
O cómo aprendí en el libro Sobrevivir para Contarlo, había muchas personas brillantes y ambiciosas en Ruanda cuando el genocidio en 1994 se llevó a cabo.
Hay cierto privilegio en poder estar leyendo estas palabras y poseer el total de tus habilidades mentales.
Simplemente dicho: hay mucho de fortuna en tus resultados. También en los míos.
Y en muchas de las historias no contadas de las personas que fracasan, hay una negación de la diosa de la fortuna.
Tengo muchos amigos que con sus habilidades y esfuerzos ya hubieran logrado TODO lo que querían y más, si solo hubieran nacido en los 1950’.
Pero el contexto ya no es el mismo, y muchos de nosotros estamos intentando desmarañar las claves del éxito y la felicidad en tiempo real.
Que a los jovenes nos cueste cada vez mas comprar nuestra primera casa, auto y dar una vida cómoda a una familia, no es solamente porque no te has esforzado lo suficiente.
Hace menos de 200 años (2 vidas), nuestro bis-abuelo estaba comprando periódicos impresos y pensando que era un excelente negocio para volverse rico.
La invención de los ferrocarriles, totalmente inesperado (y no consecuencia de trabajo duro de la industria periodística), fue un ingrediente fundamental para que se catapulte a nivel mundial.
Suerte, fortuna, serendipity.
Podemos lograr mucho a través del mérito, pero haríamos bien en no convertirlo en la regla con la que medimos nuestra valía personal y la de otros.
Para quién tiene un martillo, todo parece un clavo.
3. Los adultos no existen
¿Steve Jobs? Retrasó 9 meses su tratamiento médico contra el cáncer de páncreas para probar una dieta a base de zumo de zanahoria y acupuntura.
¿Mozart? Gastaba de más, vivía miserablemente con montañas de deudas y escribía cartas a sus amigos pidiendo dinero con regularidad.
¿Friedrich Nietzsche? Perdió la virginidad en un burdel y contrajo sífilis. Solo vendió 300 ejemplares de su obra en vida.
¿Martin Luther King? Tuvo relaciones extramatrimoniales con más de 40 mujeres diferentes, incluyendo pasar su última noche con dos mujeres y agredir físicamente a otra.
¿Isaac Newton? Dedicó 30 años de su vida a escribir un millón de palabras sobre la pseudociencia de la alquimia. (Oculto durante años por sus herederos porque les daba vergüenza publicarlo).
No pongas a ningún adulto en un pedestal.
Esto incluye tus padres, tu jefe, y el autor de tu libro favorito.
Acaba con tus gurús.
Una creencia más útil: Los "adultos" no te van a salvar; ni siquiera existen. —George Mack
Crédito a Chris Williamson por el reciclado de esta sección.
Te dejo un video que resonó mucho conmigo esta semana.
Una sesión de coaching en vivo con una persona que tiene dificultades para sentir sus emociones. 🍿
Es en Inglés pero la traducción automática esta bastante bien.
Que tengas un finde ligero 🌱